Deliverer
28.02.2017 09:12:28
- #1
Para explicar:
El procedimiento habitual (y sensato) para el cableado LAN en la sala técnica es el siguiente:
Todos los extremos de cables sueltos (que vienen de las tomas) se conectan a un patch panel, es decir, se enchufan. Este panel es como una toma LAN con muchas conexiones (8, 16, 24...). El panel en sí no hace nada con la señal. Solo sirve para una instalación ordenada y un mantenimiento más sencillo.
Desde este panel se conecta con cables patch (cortos) a un switch justo al lado (por lo general con más puertos que el panel). El switch es el que “hace” la red, conectando todos los puertos (solo entonces) cuando debe fluir información.
Así se completa la LAN. Lo que falta es la alimentación de Internet. Esta proviene de algún módem (a menudo combinado con router, WiFi, estación telefónica...) de los proveedores habituales. Este módem se conecta al switch, que lo distribuye a las estaciones en la red según sea necesario. Se debe asegurar que la entrada de Internet desde fuera llegue al cuarto de servicios, de lo contrario habrá que tender otro cable.
El WiFi, como se mencionó arriba, suele estar ya integrado en el dispositivo del proveedor y se puede usar. Si no, se necesita un router WiFi. Este puede conectarse también al switch en el cuarto de servicios o a una toma en un lugar central de la casa. En casas grandes se recomienda un llamado punto de acceso adicional. Este dispositivo también se conecta a la LAN y crea una zona WiFi adicional (para sótano, jardín...). Como alternativa, pero mucho más lento, se pueden usar “repetidores” inalámbricos.
El procedimiento habitual (y sensato) para el cableado LAN en la sala técnica es el siguiente:
Todos los extremos de cables sueltos (que vienen de las tomas) se conectan a un patch panel, es decir, se enchufan. Este panel es como una toma LAN con muchas conexiones (8, 16, 24...). El panel en sí no hace nada con la señal. Solo sirve para una instalación ordenada y un mantenimiento más sencillo.
Desde este panel se conecta con cables patch (cortos) a un switch justo al lado (por lo general con más puertos que el panel). El switch es el que “hace” la red, conectando todos los puertos (solo entonces) cuando debe fluir información.
Así se completa la LAN. Lo que falta es la alimentación de Internet. Esta proviene de algún módem (a menudo combinado con router, WiFi, estación telefónica...) de los proveedores habituales. Este módem se conecta al switch, que lo distribuye a las estaciones en la red según sea necesario. Se debe asegurar que la entrada de Internet desde fuera llegue al cuarto de servicios, de lo contrario habrá que tender otro cable.
El WiFi, como se mencionó arriba, suele estar ya integrado en el dispositivo del proveedor y se puede usar. Si no, se necesita un router WiFi. Este puede conectarse también al switch en el cuarto de servicios o a una toma en un lugar central de la casa. En casas grandes se recomienda un llamado punto de acceso adicional. Este dispositivo también se conecta a la LAN y crea una zona WiFi adicional (para sótano, jardín...). Como alternativa, pero mucho más lento, se pueden usar “repetidores” inalámbricos.