a) Prepara bien el terreno, quita los arbustos, setos, etc., corta el césped, etc. b) Consulta con un asesor el aspecto fiscal de una venta para que sepas qué obligaciones pueden surgir. c) Averigua con qué tipo de clientes vas a tratar. Debes saber si tu terreno es adecuado para una casa unifamiliar o un edificio de varias viviendas, eso marca una gran diferencia, especialmente si está cerca de una ciudad grande/costosa. d) Ofrece el terreno y envía a los interesados a la dirección para que lo visiten. Después, que cada uno haga una oferta. Contacta a los postores del puesto 2 al 5 para ver si quieren mejorar su oferta y si te gusta el precio, acepta la oferta más alta y vende. La opción no es tan "cómoda" para los compradores, pero así consigues como vendedor el mejor precio posible actualmente. Si tienes que tributar por las ganancias de la venta y en el terreno se puede construir más que solo una casa unifamiliar, podría ser interesante un "trato" en forma de "el comprador obtiene el terreno y tú a cambio, por ejemplo, una o varias viviendas". Si puedes prescindir de un agente inmobiliario, su comisión se quedará en tu bolsillo. Si no tienes idea de esto, quizás busca a alguien de tu confianza o paga por ese servicio.