Mi GÜ dijo que le parecía genial que alguien adicional controlara a los artesanos. Quizás él pensaba en otra cosa. Su jefe de obra no lo encontró genial y cuando en la estructura apareció un defecto claro, todos se enredaron y parece que no les gustó nada. En medio de todo, casi quisieron usar a mi perito en mi contra, lo que en realidad era solo desesperación. Los artesanos se sienten incómodos durante las visitas, se nota mucho. Los peores se vuelven callados y siguen trabajando en silencio, los mejores al menos se esfuerzan y a veces preguntan cómo hacer algo mejor o qué objetivo tiene tal o cual medida. Tú tienes que solicitar o verificar por ti mismo los avances de la construcción e informar a tu perito de obra. Y hacerlo a tiempo, porque él tampoco puede acudir de un día para otro. El jefe de obra a veces ni siquiera quiere que se vean ciertas cosas y espera que la zona ya esté cubierta. Por ejemplo, el armado del concreto ya cubierto, el sellado de ventanas en yeso, el suelo de calefacción con solera, etc.