WilderSueden
03.09.2022 16:10:14
- #1
El hecho es que, desde un punto de vista legal, en la situación descrita el contratista aparentemente acortó de forma indebida el plazo de fijación de precios. Por otro lado, tendría toda una caja de herramientas de métodos poco delicados (aunque no judicializables) para "vengarse" del cliente si este le negara la solidaridad que aquí se podría llamar comparablemente "simbólica".
Sí, es un acto de equilibrio muy difícil en el que al final cada uno debe decidir qué hacer. Por otro lado, también tiene razón. ¿Qué impide a una empresa constructora, después de tomar el dedo, tomar toda la mano?
En el supuesto contratista, según el apodo del OP, probablemente se puedan esperar estructuras organizativas en las que, según nuestra experiencia, la calidad de comunicación descrita se consideraría habitual. Quien no guste de esta cultura, no debe acudir a los grandes nombres, sino que debe construir con el pequeño maestro albañil de la esquina.
Aunque la cultura de comunicación de las pequeñas empresas tampoco es necesariamente mejor. Tal vez puedes hablar directamente con el jefe, pero a éste le falta toda la delicadeza en la comunicación. Los correos electrónicos se leen una vez al día, si es que se leen. Si llamas, el jefe está en la obra y el móvil está en el coche. Y si él te devuelve la llamada, seguramente está conduciendo y acierta indudablemente con las zonas sin cobertura ;)