La afirmación que me importa: Si al hacer vuestra elección usáis la indicación en "lúmenes" como valor orientativo, todavía no sabéis qué tan brillante será en cada parte de la habitación. Las decepciones están garantizadas.
Sin embargo, en las fuentes de luz clásicas, los ‘lúmenes’ siempre se consideran para la luminosidad. Idealmente con geometrías comparables.
El lumen es una medida importante para la iluminación, eso es cierto. Entender su significado ayuda. Intentaré hacerlo tangible:
Lumen = flujo luminoso, cantidad de luz emitida.
Candela / Lux = intensidad luminosa, brillo de la luz (fuente luminosa o superficie reflectante)
El consumo energético se mide en vatios, se puede calcular una eficiencia - lúmenes por vatio. En las bombillas incandescentes casi no había diferencias de eficiencia, por eso la potencia se traducía directamente en flujo luminoso y como la bombilla irradia en todas direcciones, también en brillo respecto a la fuente luminosa. ¡Qué sencillo era!
Relación:
Al concentrar una fuente de luz, el flujo luminoso se mantiene constante.
La intensidad luminosa aumenta al reducirse la superficie iluminada.
La intensidad luminosa disminuye con la distancia (pérdidas por dispersión)
Aquí se trata de una iluminación de salón - tomemos la mesa del salón y la pregunta sobre una lámpara de techo sobre ella. El valor en lúmenes de la lámpara cobra sentido según el ángulo de emisión (dejemos de lado las propiedades del reflector y los difusores por ahora). El gráfico técnico a continuación de una lámpara Ansorg (Coray) lo muestra claramente:
El ángulo FHWM doble es aproximadamente lo que generalmente se denomina ángulo de emisión. La lámpara de arriba tiene por tanto un ángulo de emisión de 45°, la de abajo de 110°.
A una distancia de 2 m entre la mesa del salón y la fuente de luz del techo, se mediría en la superficie de la mesa, con la lámpara superior (colocada directamente encima) y un flujo luminoso de 1000 lúmenes, una iluminación de 1265 lux (candelas) - eso deslumbraría muchísimo. Con la lámpara inferior se obtendrían 332 lux (todavía demasiado brillante).
No es tan sencillo, por eso es recomendable trabajar con reguladores y hacerse una idea de qué nos gusta y qué no, porque hay muchos otros parámetros que un buen planificador de iluminación tiene en cuenta y con los que no todos desean lidiar.