No sé nada sobre los aspectos legales, pero si realmente quieren la casa, yo personalmente lo intentaría así: - hacer un contrato con el propietario que establezca la compra para el otoño de 2019 (?). Hacer que el contrato lo redacte un notario, para que ojalá sea a prueba de fallos. Luego establecer cuándo se mudan; los pagos de alquiler se deducirán del precio de compra; tal vez incluir una cláusula (que de todas formas no es válida, pero quizás útil para convencer...) que indique que ustedes se harán cargo de todas las reparaciones, etc. Y luego hablar con el vendedor: hasta finales de 2019 ustedes serán "inquilinos normales". Entonces, cuando él "pueda" vender, se redactará un contrato de compra normal, se romperá el antiguo contrato (previo) y nadie sabrá nada al respecto. Esto les daría al menos la seguridad de que si el vendedor se sale del camino antes, ustedes pueden usar el contrato previo y la pérdida de su ahorro fiscal. Pero si todo esto es posible o deseado por ustedes y por el vendedor es otra cosa. ¿Ya hablaron con el inquilino?