Entonces, la conversación con el GÜ ha tenido lugar. Salí con sentimientos encontrados.
Por un lado, me explicó de manera bastante plausible por qué desde su punto de vista debería buscar yo mismo. Él ve mayores posibilidades de éxito para un particular de encontrar una empresa de fontanería que luego también lo ejecute. No necesariamente por las capacidades, sino porque una empresa de fontanería piensa muy detenidamente empezar una nueva relación comercial con un GÜ que hasta ahora le es desconocido. Con un particular surgen menos preguntas.
Sin embargo, también me prometió seguir buscando alternativas por su cuenta.
Además, me confesó que lleva años, si no décadas, trabajando con el subcontratista y que nunca había tenido un caso así, aunque tampoco puede explicarse realmente por qué ahora no quiso continuar (tiene el historial de correos). Sospecha que presioné al fontanero con preguntas y exigencias muy detalladas hasta un punto en el que, siendo el GÜ una persona conocida por ser impulsiva, probablemente lo dejó todo de forma precipitada. No obstante, en una conversación con él solo obtuvo un "¡No!" en cuanto a la ejecución de mi proyecto de construcción.
Pero podría imaginarse que tal vez podría convencerlo nuevamente.
En cuanto al abono, me aseguró que le reembolsará completamente los costos del fontanero. Eso sí que me lo creo. Solo que no me da nada de su margen proporcional de este oficio sobre el costo total.
Por el momento sigo esperando ofertas de otros fontaneros alternativos. Ya he contactado a ocho empresas. Dos han rechazado, una por falta de capacidad hasta 2021 inclusive. Otra por requisitos demasiado exigentes.
Dos han mostrado al menos interés, pero aún no han podido elaborar la oferta (algo es algo).
Ahora esperaré a ver qué pasa y seguiré buscando otras posibilidades para conseguir más contactos buenos de empresas.