Eso no es todo el problema. Apunto a que nadie más presentó otro escrito, sino que alguien pagó en efectivo. Eso ocurre más de lo que se piensa. En 2016 vendí una casa adosada y un terreno. Ambos compradores pagaron sin banco, sin crédito. Completamente. Eso, por supuesto, también es cómodo para mí como vendedor. Contrato sencillo y claro, tuvimos el dinero muy rápido, en ambos casos en menos de tres semanas. Y quizás, hay algo de cierto en eso, se pagó algo extra. No es raro que los compradores digan ante el notario que firman por 250 mil y luego pasen diez mil más en un sobre, si se trata de una oferta codiciada.