Häuslebauer40
11.07.2012 08:55:27
- #1
Seguramente te refieres a metros cúbicos (m³).
En mi opinión, la facturación en m³ de todos modos debe considerarse más que dudosa. Si se lleva algo a un vertedero (lo cual probablemente no haya ocurrido), normalmente hay una báscula y el vertedero factura en toneladas (t).
El transporte en metros cúbicos puede servir a lo sumo como un valor estimado, ya que probablemente nunca se haya medido ni calculado con exactitud el número de metros cúbicos.
En principio, se debería acordar un precio por tonelada de transporte y pedir los comprobantes correspondientes, como por ejemplo los tiques de pesaje y similares.
En tu caso, el problema ya está en parte hecho, porque aceptaste eso.
Yo, en tu lugar, pediría ahora al constructor del movimiento de tierras un comprobante de la cantidad retirada. Desde el punto de vista legal, una factura debe ser comprensible y sobre todo verificable, es decir, deben existir comprobantes de las cantidades retiradas. Pregúntale a qué vertedero llevó la tierra y dónde están los tiques de pesaje correspondientes. Verás que el constructor de tierras empezará a vacilar porque la tierra ya fue vendida como material de relleno en otra obra o está en su propio depósito.
En mi opinión, la facturación en m³ de todos modos debe considerarse más que dudosa. Si se lleva algo a un vertedero (lo cual probablemente no haya ocurrido), normalmente hay una báscula y el vertedero factura en toneladas (t).
El transporte en metros cúbicos puede servir a lo sumo como un valor estimado, ya que probablemente nunca se haya medido ni calculado con exactitud el número de metros cúbicos.
En principio, se debería acordar un precio por tonelada de transporte y pedir los comprobantes correspondientes, como por ejemplo los tiques de pesaje y similares.
En tu caso, el problema ya está en parte hecho, porque aceptaste eso.
Yo, en tu lugar, pediría ahora al constructor del movimiento de tierras un comprobante de la cantidad retirada. Desde el punto de vista legal, una factura debe ser comprensible y sobre todo verificable, es decir, deben existir comprobantes de las cantidades retiradas. Pregúntale a qué vertedero llevó la tierra y dónde están los tiques de pesaje correspondientes. Verás que el constructor de tierras empezará a vacilar porque la tierra ya fue vendida como material de relleno en otra obra o está en su propio depósito.