He tenido muy a menudo en los últimos años la situación de que cosas cuya ocurrencia no consideraba realmente probable, han ocurrido (pandemia mundial, precios de la energía al límite, estantes vacíos, guerra en pleno Europa, etc.). Por lo tanto, no valoraría este criterio (tener algo para emergencias) como algo insignificante. Al final no es una decisión pura de costo-beneficio, que precisamente va en contra de la chimenea. Pero...
Desde mi punto de vista, una chimenea es siempre un complemento, relativamente fácil y aún así relativamente económico de realizar, que en caso de duda puede ser bastante útil. Y aunque solo sea un pequeño horno de 4 kW. La instalación se puede hacer uno mismo, la inspección luego la realiza el técnico de chimeneas. Para mayor seguridad, una cita previa. Incluso así, puede estar listo en dos semanas.
(P.S: Por supuesto, si la electricidad se interrumpe durante MUCHO tiempo, tampoco ayuda una chimenea, porque entonces se trata de otras cosas - alimentos, gasolina, agua, etc. Pero entonces ya es demasiado tarde y estamos hablando otra vez de otras condiciones).