El daño material suele ser insignificante, en eso estamos de acuerdo.
El daño psicológico, que alguien haya entrado a robar en tu casa, que en cualquier momento alguien pueda irrumpir, día o noche, etc., suele ser mucho, mucho peor después de un robo consumado...
Conozco en mi entorno dos casos de robos. Una casa unifamiliar (puerta de terraza) y un piso en un edificio de varias viviendas (balcón/puerta del balcón). En ambos casos mucho desorden (un día para ordenar), sin daños en la casa, poco botín en la casa unifamiliar porque tenía joyas.
Sí, el robo es durante un tiempo una gran historia. Pero la vida continúa. Nadie se sienta con miedo en la casa pensando que volverá el hombre malo o que se habría deleitado con la ropa interior. Después de 2-3 meses el asunto está superado.
En ese sentido, lo veo bastante con objetividad. No es agradable, no quieres vivirlo, pero está muy lejos de ser un fin del mundo. ¿Pagar cuatro o incluso cinco cifras por eso? En mi opinión es totalmente exagerado y poco apropiado. En este tema hay mucho alarmismo y lobby.
También creo que la mentalidad de "ahí afuera todo es malo y debe ser repelido" afecta mentalmente mucho más a una persona que quizás experimentar un robo una sola vez en la vida. El daño ya está presente antes de que siquiera ocurra algo. Eso me parece mucho más preocupante.
Más aún porque no hay eficacia comprobable. Uno dice que una luz de alarma visible ayuda, otro dice que eso sugiere que hay algo que robar. Luego dicen que ayudan las cámaras, y surge el argumento de las bandas saqueadoras extranjeras, a las que no les importa el rostro y además la resolución es improbable incluso con tales medios.
El hecho es que quien quiere entrar, entra. Finalmente no construimos castillos con fosos de cocodrilos y puentes levadizos. Vivir en una jaula de oro también tiene su límite de disfrute.