Aislamiento térmico aísla paredes
Debido a que en las casas modernas con aislamiento térmico la envolvente del edificio es tan hermética que entra poco o nada de aire por juntas y grietas al interior, es necesario intervenir. "O bien mediante una ventilación manual frecuente las 24 horas o mediante medidas técnicas que aseguren un intercambio constante de aire", explica Thoma. En edificios con alto aislamiento térmico y por tanto en casi todos los edificios construidos según la actual normativa de ahorro energético ([Energieeinsparverordnung]), debe darse un intercambio de aire aproximadamente cada dos horas.
Peligro de formación de moho
Esto es un problema: en un hogar de cuatro personas se generan hasta once litros de agua diariamente en el aire interior. Si permaneciera durante un tiempo prolongado en el interior, se corre el riesgo de formación de moho, con graves consecuencias para la salud. Abrir las ventanas cada dos horas durante cinco minutos sería una molestia para los habitantes. "La solución es una ventilación de espacios habitables que garantice de forma continua la evacuación del aire húmedo", señala Thoma.
Pero no todos necesitan un sistema de ventilación. Si éste es útil y necesario en un caso concreto, lo determinan arquitectos, asesores energéticos o planificadores especializados mediante la llamada prueba de puerta soplante (Blower-Door-Test) para medir la hermeticidad del edificio. Así se sabe cuánto aire entra en el edificio por infiltración. Según el resultado, los expertos desarrollan un concepto con propuestas para la técnica de ventilación.
Algunas soluciones técnicas presentan muchas desventajas
A veces basta un ventilador de junta de ventana para introducir suficiente aire fresco. "Se colocan en los labios de goma de las ventanas y permiten que el aire exterior entre en las habitaciones", explica el experto en ventilación Thoma. Sin embargo, el intercambio de aire depende del clima: en días calmados y cálidos se produce poco; con viento fuerte puede generarse un silbido en las ventanas.
"Además, en la época fría, el calor producido con energía valiosa se enfría continuamente de esta manera", advierte Günther Mertz del Fachverband Gebäude-Klima. Por ello recomienda sistemas de ventilación que expulsen el aire interior constantemente y dejen entrar aire fresco del exterior. "La solución más eficiente energéticamente son los sistemas de ventilación con recuperador de calor", afirma Mertz. Éstos pueden extraer entre el 80 y el 90 por ciento del calor del aire expulsado y devolverlo al edificio. Así se pueden reducir considerablemente los costes de calefacción.
Los filtros limpian el aire
Con ayuda de filtros también se pueden eliminar contaminantes y polen. "De este modo, el aire en general es más fresco y saludable, porque las sustancias químicas liberadas de muebles, alfombras, pinturas, humo de tabaco, productos de limpieza y detergentes no permanecen mucho tiempo en el interior de la casa", explica Michael Conradi de la iniciativa Wärme+.
Los sistemas instalados profesionalmente no generan corrientes de aire porque el intercambio se realiza en sistemas cerrados. "Los usuarios tampoco deben temer que entre aire frío continuamente en las habitaciones", aclara Thoma. "Los sistemas de ventilación no son aires acondicionados, no enfrían el aire".
Para edificios nuevos se recomiendan sistemas centralizados que renueven el aire de toda la casa. En edificios existentes, según Conradi, a menudo no pueden instalarse por razones técnicas. "Allí son adecuados los sistemas de ventilación descentralizados". Habitaciones individuales como baños, dormitorios o cocinas, donde se genera mucha humedad, se ventilan de manera controlada mediante estos sistemas. Los dispositivos generalmente se integran bien y encuentran espacio en falsos techos o en las cocinas abiertas.
Fuente: FOCUS Online