Con los gatos, los contrahuellas son obligatorios, eso también lo veo así.
Pues si alguien aquí no tiene ningún problema para subir las escaleras, son mis gatos. Al contrario, les gustaba especialmente estar en el borde y mirar en todas direcciones a través de la abertura.
Sin embargo, ahora tenemos contrahuellas cerradas para que el pelo no caiga por toda la casa como nieve.