La diferencia entre un buen y un muy buen arquitecto es la capacidad de desprenderse, a pesar de tener un "boceto" terminado por parte del cliente.
Para los arquitectos, ningún chiste tiene una barba más larga que el que dice que el cliente ya llevó un boceto terminado al 99%. Esa frase no es más que una alarma para un arquitecto, y luego aborda su trabajo del día con energía.
Eso también existe, pero poco a poco voy teniendo la impresión de que son aún más raros que los unicornios.
También eso es otro mito, que los arquitectos creativos no dormidos sean artistas que no saben manejar la regla de cálculo y que no les gusta que el polvo de la obra les manche los zapatos.
A qué categoría pertenece cada arquitecto, lamentablemente solo se descubre durante la colaboración.
Hace poco un miembro del foro me mostró sus planos y tuve la impresión de que los arquitectos aún están muy anclados en la idolatría de su profesor, quien sin embargo tenía su edad hace cuarenta años, y con él su concepto de arquitectura. Incluso con arquitectos, en esencia "impecables", el cliente nunca se libra de tener que llevar los pantalones del conocimiento de lo que quiere y también de saber domesticar al experto.