Como asesor, siempre desaconsejo la instalación nueva de sistemas de energía solar térmica. El esfuerzo-beneficio ya no es rentable hoy en día. Los sistemas existentes, por supuesto, pueden mantenerse, ya que eso es mejor que nada. Para nuevos proyectos, recomiendo claramente (independientemente del fabricante) optar por un sistema fotovoltaico con bomba de calor. En general, estas variantes siempre tienen la misma desventaja común que ya se ha discutido aquí: la inversión inicial es muy alta. En los sistemas de energía solar térmica no se deben olvidar los costos eléctricos continuos así como la pérdida en la eficiencia, que a veces es muy alta. El retorno de la inversión debería estar por debajo de los 10 años para una implementación financieramente rentable (excluyendo el pensamiento ecológico y el hobby). Para la implementación, hay que decidir específico para cada objeto qué bomba de calor tiene sentido, si una solución híbrida es más adecuada y si solo habrá una bomba de calor. La demanda de calefacción así como la demanda de agua caliente son determinantes. En general, me gusta que todas estas discusiones aquí ya vayan en la dirección correcta. Entre la bomba de calor aire-aire y la bomba de calor aire-agua aún se debe considerar el factor de confort. Un suelo radiante cálido, por ejemplo, es un tipo de calor diferente a un soplador caliente. Por lo tanto, aquí no hay una solución correcta o incorrecta general. P.D.: Como ingeniero diplomado, asesoro a tiempo parcial al 100% independiente del fabricante y enfoco exclusivamente en la eficiencia y la financiación. No tengo que vender nada, ya que para mí es un hobby y un servicio para una buena causa.