Ay, lo que anoche no me llamó tanto la atención: hasta ahora no había ninguna escalera que condujera a este ático, y la nueva escalera está (aparte de un poco más que el descansillo delante de la puerta del apartamento) sin techo. ¡Pero hay que reconocer que alguien se esforzó mucho en el dibujo para una broma de abril adelantada!