En cuanto al grosor, no me preocuparía. Eso deben ser grietas de asentamiento que ocurren en todas las construcciones nuevas. Son especialmente pronunciadas donde, por ejemplo, las paredes de yeso tocan la piedra o el hormigón. Hoy en día ya no es habitual dejar que la casa repose un tiempo después de la finalización para que se asiente. Peor aún sucede con las construcciones de promotores. Ellos quieren, por supuesto, que los inquilinos o compradores se muden lo antes posible para ganar dinero antes. Pregunta a los vecinos si tienen grietas similares. Dale al edificio 1 o 2 años más hasta que toda la humedad (que son decenas de miles de litros en una construcción nueva) se haya evaporado. Luego podrás disimular las grietas.