Hemos rechazado a un solo trabajador una vez. Ese pidió el doble del precio habitual y, por ejemplo, calculó 500€ para demoler una pared seca de una sola capa de 3 metros de largo.
Por lo demás, estábamos contentos si es que encontrábamos algún trabajador. La mayoría resultaron ser un desastre. La disposición a reconocer errores evidentes era casi nula. Elemento frontal sin fijar (el inodoro se tambaleaba), azulejo perforado y agrietado en área húmeda con daño por humedad, conexiones de alta tensión mal etiquetadas, etc. Todos eran empresas locales certificadas alemanas especializadas.
Con esto quiero decir: hay que buscar y encontrar, y también valorar y mantener a los buenos trabajadores. Con el resto, mantener la calma y no dejarse engañar.