Fleckenzwerg
06.05.2022 16:50:18
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En diciembre de 2020 firmamos con un contratista general regional el contrato de obra para una casa unifamiliar llave en mano. Debido a la urbanización y otras demoras, la construcción no comenzó hasta noviembre de 2021. Ya antes notamos que la comunicación era muy lenta. Las preguntas quedaban sin respuesta durante mucho tiempo; las citas telefónicas acordadas simplemente no se cumplían, y así sucesivamente. Cuando finalmente se concretaba una llamada, expresábamos nuestra frustración de manera clara pero siempre educada y profesional. Nuestro contratista general justificaba todo con mucho trabajo, cambios constantes en los cronogramas por la empresa xy, etc. Por supuesto, también el coronavirus. Desde su perspectiva, nuestras preguntas no eran importantes. Esto puede ser cierto en parte, pero para nosotros es imposible saberlo porque, por ejemplo, el cronograma y quién hace qué y cuándo nos son completamente desconocidos. Por otro lado, se puede esperar que las preguntas sobre un proyecto contratado y de seis cifras sean respondidas en un tiempo razonable. Nuestra impresión es que él no toma nada de eso en cuenta y básicamente dice: "así es, encájenlo". Como nota: hasta ahora no hay nada que objetar en el trabajo; incluso nuestro supervisor independiente de obra no tiene quejas. Sin embargo, hay preguntas frecuentes y algunas solicitudes adicionales (focos empotrados, puerta corredera, esas cosas). Si entonces tienes que esperar 3 o 4 semanas para una reacción (solo una reacción, no una respuesta) a tus preguntas, la frustración crece enormemente. Pedimos una lista de artesanos; nos la prometieron nuevamente hace 2 meses después de varios recordatorios, pero no la hemos recibido. Tenemos preguntas sobre el cronograma siguiente, cuándo estará la casa lista para habitar; hace tiempo que dejamos de lado la ilusión del plazo de construcción garantizado contractualment e; la excusa estándar es el coronavirus. Solo queremos saber qué cronograma es realista. Nada de señales de vida, otra vez desde hace 3 semanas. Se han programado dos citas telefónicas desde entonces, pero simplemente pasaron sin cancelación, sin nueva cita ni comentario. No tenemos la menor idea de cuándo podría estar terminada, porque aún falta toda la terminación interior. Que nosotros mismos también tenemos que planificar, vacaciones (para el trabajo propio: pintura, etc.), cancelación de la vivienda, y demás, son cosas que desde la perspectiva de su contratista general no son importantes. Pero sí lo son para nosotros. Y, sin querer parecer vanidosos, somos CLIENTES y hasta ahora hemos pagado todo puntualmente y con buena voluntad; por eso espero que respondan mis preguntas. Sabemos que los libros de pedidos están llenísimos y que muchas empresas quizá ni saben cómo harán para manejar todo. Pero, ¿es realmente ya normal este tipo de comportamiento en el sector de la construcción? ¿Cómo tratarían con personas o empresas así?