Hasta hace casi un año teníamos una cafetera de cápsulas, que en realidad estaba bastante bien, sobre todo porque las cápsulas podían tirarse al contenedor de residuos orgánicos o incluso usarse como abono para plantas. Cuando la cafetera de cápsulas dejó de funcionar, también pensamos en comprar una Nespresso, pero el precio de las cápsulas, así como la basura que generan, nos hicieron dudar y, como por casualidad, para la boda nos regalaron una cafetera automática DeLonghi con espumador de leche separado (que se puede desmontar fácilmente y meter en el lavavajillas).
Después de encontrar la mezcla perfecta para uno mismo, una cafetera automática es realmente algo bonito :)