11ant
30.08.2018 13:10:02
- #1
Sí, nosotros también tenemos algo así y él también lo usa, pero de alguna manera no basta con pasar un par de veces por encima. [...] Pongo todas mis esperanzas en mis hijos. Aunque ellos logran esconder medio arenero en sus zapatos.
A los hombres hay que "venderles" algo así correctamente: no como un objeto decorativo sobre el que se puede pisar (y curiosamente incluso se debe), sino como un aparato. La fascinación surge entonces del movimiento inverso (la máquina de limpiar se queda quieta, el usuario se mueve). Ya hace mucho tiempo que pasé la edad en la que podrían / deberían ponerme la arena del reloj boca abajo. Pero la fascinación por la máquina de limpiar inversa continúa.