Préstamos con cambios en la amortización, muy bien. Pero, ¿quieres convertirte en el maestro de la letra pequeña? Porque una banco cobra por esa flexibilidad. Peor aún: con eso señalas lo contrario de una fortaleza financiera continua, lo que llevará a un recargo en el interés. Un banco prefiere flujos de pago planificables, solo así puede garantizar la refinanciación.
Entonces, mejor una cuota baja + amortización extraordinaria. Con eso también te desvías de los flujos de caja deseados por el banco, pero a) un banco generalmente puede modelar y manejar bien esos pagos anticipados en conjunto, y b) cada pago anticipado reduce al menos el riesgo crediticio del banco (en caso de suspensión de amortización, por otro lado, el riesgo aumenta porque se amortiza menos de lo modelado y planeado originalmente).
En conjunto, la opción de amortización extraordinaria la obtendrás de manera mucho más económica por parte del banco y podrás usarla de forma más confiable y sencilla.
Una vez más mi advertencia (como casi siempre en cualquier financiación): por favor, tengan en cuenta siempre el peor escenario, y ese es la falta de liquidez. Porque entonces, a pesar de una solvencia básica, la casa se pierde completamente innecesariamente. No hay que pagar un crédito a toda costa lo antes posible. Es mejor mantener siempre una reserva de liquidez. Esta no tiene que estar 100% en la cuenta corriente. Especialmente para personas con buenos ingresos, se puede sin problema además tener un plan de ahorro en ETF paralelo. Una rentabilidad nominal después de impuestos del 3% no es ninguna hazaña (4% antes de impuestos). Sí, algunas personas derrochan el dinero. ¿Pero empezarás tú a derrochar tras 30 años de ahorro?
Por lo demás, pensaría dos veces en una cocina de 15k. Claro, si solo tiene el tamaño de la cocina de un apartamento en alquiler y con electrodomésticos simples, quizás sea posible. El caso estándar debería ser diferente.