quiero contar un poco sobre mí: dejamos construir una casa prefabricada a propósito, porque no teníamos ganas de una larga fase de construcción. Al mismo tiempo que se vertía la losa del suelo, nació mi hijo.
Además, el negocio de fin de año en la oficina... en noviembre/diciembre nuestros clientes se vuelven locos cada año...
Vivíamos a unos 30 km de la nueva casa, así que casi todas las noches conducíamos 60 km hasta la casa vacía, para ventilar.
Además, a mediodía recibíamos a menudo llamadas de muy buenos artesanos que señalaban pequeños errores en la planificación,
o daban consejos prácticos sobre cómo se podría hacer mejor. Así que también aquí, siempre controlando
o una "pequeña aceptación" (necesitaban una firma no vinculante al final de su trabajo), o una cita
con el jefe de obra. Todo esto combinado con noches sin dormir... puedes imaginarte más o menos cómo
se siente uno ahí.
Constantemente estábamos al teléfono, porque había que aclarar esto o aquello, o porque el jefe de obra otra vez
no llegaba a tiempo. Lamentablemente tuvimos poca suerte con un principiante profesional, es decir, que yo tuve
que asumir sus trabajos, si no queríamos que terminara en un desastre de planificación.
Después del acabado interior vinieron 4 semanas de trabajo propio en cada minuto libre... siempre con el niño a cuestas.
Es agotador, pero con el objetivo de la casa propia uno lo consigue. Ya ni siquiera podía tomar café.
Y quien me conoce, se sorprende, porque yo soy café. Sin café no escribo ni una línea de código ni hago
una consulta a la base de datos.
Pero lo que me ayudó maravillosamente como "droga sustitutiva" fue: el té verde. Tiene casi la misma cantidad de teína (cafeína)
y es más digestivo. No compres cualquier basura en el supermercado, déjate vender un té Oolong o té blanco en la tienda de tés,
cómprate una jarra bonita y disfruta de los momentos de pausa tomando té. Esos eran mis momentos de tranquilidad
además de acurrucarme por la noche con el hijo.
Estas pequeñas pausas te dan la energía que necesitas.
Ahora, 6 meses después de mudarnos, todavía observo que organizo esto y aquello. Niño, trabajo de la cuidadora, mujer vuelve a trabajar,
el jardín todavía no está hecho, por dentro falta el desván y el cuarto técnico. Probablemente ya es hora de desacelerar otra vez.
Uno se deja llevar con gusto por la sociedad a este ritmo.
En 5 semanas es Navidad... buen momento para proponerse menos estrés.