Profesionalmente ya he tenido la oportunidad de tratar con varios arquitectos, a veces incluso he tenido que hacerlo. El problema es que no pueden hacerlo de manera sencilla. Siempre debe ser algo especial, y eso lo hace caro. Algunos también son planificadores creativos, pero la dirección de obra... ugh. Otros son tan tontos con los artesanos, que ya ninguno quiere trabajar con ellos. Porque es un cuento de hadas pensar que sólo están obligados con el cliente. Si ningún artesano les dirige la palabra, son reyes sin reino.
Privadamente por eso elegimos a un [GU], solo por reputación y por intuición. Hasta ahora no me he arrepentido. Karsten