Gracias por vuestras opiniones sinceras. Creo que seguiremos planeando con la variante de aire recirculado, por supuesto de un fabricante reconocido.
Jaja.....creo que al autor del tema se le están calentando las orejas; pienso que ya tenía una idea en mente.
...escribo esto porque el argumento "no se echa de menos lo que no se conoce" no es bueno. Si lo fuera, tampoco se podría saber lo que uno necesita...
Si yo fui aludido, probablemente me entendieron mal o no me expresé con suficiente claridad, porque eso no describe mi mentalidad.
Por supuesto, también tengo limitaciones financieras, por eso descubro dónde están nuestras prioridades para obtener una ventaja notable para nosotros. Rechazar algo a priori sin conocerlo sería simplemente estúpido.
De hecho, a veces vivimos contradicciones porque, por ejemplo, nos hemos "permitido" una ventilación controlada del ambiente, coches eléctricos, materiales ecológicamente más sostenibles, muebles bonitos, etc., pero no tenemos ni un metro de valla, casi no vamos a restaurantes, no tenemos garaje doble, casi ninguna automatización, etc.
Quiero decir que intentamos usar nuestro dinero de manera muy consistente donde para nosotros mismos solo tiene un valor añadido palpable, y eso podría perfectamente haber sido una campana extractora cara.
Todos experimentamos la presión de las tendencias sociales, hoy en día especialmente en cocinas, de las que es difícil escapar. Al menos intentamos (más o menos con éxito) no seguir esas modas artificialmente creadas.
Eso era exactamente lo que quería expresar, y ese valor añadido sentido puede ser diferente para cada uno; sin embargo, en mi entorno (a menudo más joven) leo una y otra vez argumentos que para mí apuntan más hacia una decisión motivada por tendencias y en otro lugar se lamenta la falta de dinero.
La gente tampoco echa de menos medicamentos que no conoce, sino que se adapta a las consecuencias de las enfermedades cuando es necesario.
Que sepas lo que realmente necesitas proviene de tu experiencia con cosas que quisiste pero resultaron inútiles. Así que es porque las conoces, no porque no las conozcas.
"Lo que el campesino no conoce, no lo come..." no es en absoluto mi forma de vida. Sin embargo, para mí también se aplica: "No hay que subirse a cualquier barco que baje por el Rin". Me importa tomar decisiones conscientes e individuales para mejorar mi propia sensación de vida.
Estoy seguro de que algunas cosas pueden parecer raras, como me pasa a mí con otras cosas. Precisamente eso es lo que hace la tan alabada diversidad. Por lo tanto, seguro que me convencería el rendimiento de una campana así, no hay duda, para luego aclarar objetivamente si encaja con nosotros (costos, posibilidad de instalación, comportamiento del usuario, etc.). Si no tuviera límites financieros no me haría estos planteamientos, pero precisamente eso es lo divertido, poder atender puntualmente las propias posibilidades/deseos lo mejor posible.
O en resumen: realmente echo de menos cosas que no conozco - en el sentido de curiosidad.
¡Ese es el punto!
Y entonces decido qué encaja conmigo personalmente o qué me aporta un valor añadido adecuado de cualquier forma.
Creo que aquí no estamos muy alejados en la actitud básica y, sin embargo, cada uno lleva una vida diferente.
Seguro que no es así. Por tu cuenta leo que eres unos 20 años más joven que yo y que otros aquí.
Y en algún momento de tu vida también puedes filtrar qué es suficiente y qué aún debe explorarse. Porque en algún momento ciertas cosas solo deben cubrir la necesidad, otras son más importantes.
Eso es sin duda un punto importante y tema recurrente de conversación con la generación más joven. Por lo tanto, puedo entender ambos puntos; hace 20 años yo sentía las cosas de manera completamente diferente, lo que hoy me deja a menudo asombrado en retrospectiva. Eso no significa que uno sea más sabio por ser "viejo", aquí también ambas partes deberían siempre querer aprender una de la otra.
Hoy me interesan todas las novedades posibles, pero al final compro o uso muy pocas; hoy (muy distinto que antes) me da cierta tranquilidad observarlas, podría comprarlas si quisiera, pero no aumentarían realmente mi satisfacción.
¿Curiosidad? ¡Sí, absolutamente!