No lo veo así. Para mí, confiar significa poder contar con alguien y que las consecuencias sean manejables. En la construcción, eso implicaría profesionales cualificados y posibilidad de corrección. Los artesanos cualificados son actualmente muy escasos y casi no están disponibles. Y si se espera demasiado tiempo para reclamar, a menudo solo se dice "ya es demasiado tarde, el esfuerzo de una corrección no vale la pena...". Desafortunadamente, los artesanos suelen ser los reyes de las excusas y la conciliación.
Por eso, todos los días en el lugar, informarse minuciosamente y parar la obra de inmediato. Lo mejor (aunque sea difícil) es tener una segunda empresa de reserva que pueda intervenir de inmediato. El costo adicional entonces debe aceptarse.
¿No es eso un poco contradictorio?
Tampoco puedo aceptar la afirmación general de que hay casi ningún trabajador cualificado en la construcción.
Si eso refleja tu experiencia, lo siento por ti, pero también hay casos positivos.
Desde un punto de vista profesional, en nuestro caso muchas cosas funcionaron bien, excepto con el instalador de tabiques secos, a quien le hice rehacer la caja de la cocina tres veces porque era demasiado tonto para leer las medidas.
Pero eso no significa que tenga que generalizar...