Incluso la oficina de impuestos suele prescindir de los decimales.
Solo en la base imponible. En el impuesto ya no.
¿Cómo maneja la contabilidad algo así?
Las diferencias de céntimos ya las tienes de vez en cuando en contabilidad con las facturas de entrada en el IVA, porque se redondea de forma diferente. Algunas empresas calculan el IVA a nivel de cada posición individual hacia arriba o hacia abajo y otras sobre el importe total. Si en la parte de salida y entrada se maniobra de forma distinta y tienes varias posiciones, pueden acumularse perfectamente 1-3 céntimos. Esto al menos con nosotros conlleva un esfuerzo manual de ajuste.
Como el redondeo ocurrirá regularmente, tanto en facturas de salida como de entrada, al contabilizar posiciones individuales, introduciría una posición adicional (posiblemente con una cuenta aparte) para ello.
En cambio, si se contabiliza solo el importe neto y el IVA, no se tiene ningún problema en ese sentido, ya sea con o sin redondeo.