En el edificio nuevo deberían acumularse algunos litros de agua al día incluso sin inquilinos. ¡Y eso debe salir con la ventilación!
Podrías encargar al servicio de conserjería, que contratará la nueva administración del edificio, que ventile la vivienda al menos una vez al día de forma intensa.
Alternativa: controlar el deshumidificador con higrómetro o temporizador y dejar que el depósito se vacíe directamente en el desagüe.