Aparentemente esto es un verdadero desastre. Como de costumbre, el asunto tiene dos aspectos:
1.) Lo técnico
Se puede llamar a alguien que sepa del tema. Puede ser un maestro electricista conocido, pero no debería ser necesariamente el amigo del cuñado que gusta de hacer reparaciones en su tiempo libre (a menos que sea maestro electricista). O mejor aún, un perito oficial designado (Páginas Amarillas, Google, cámara de oficios, asociaciones profesionales, ...).
2.) Lo legal
Por desgracia, uno puede perder sus derechos a la reparación de defectos por errores formales. Entonces tendrá razón, pero no lo obtendrá y quedará con el daño. Increíble para el lego ingenuo, pero así es. Por eso es importante conocer también claramente la situación legal (¿Quién contrató a quién? ¿Qué se acordó? ¿Qué ley era aplicable? ¿Se ha aceptado ya el trabajo?) y reclamar los defectos de manera formal y dentro de plazo. Si no puedes responder estas preguntas, consulta a un abogado especialista en derecho de la construcción (Páginas Amarillas, Google, colegio de abogados, ...).