La parte del terreno que no pertenece a la zona edificable puede, en algunos casos, ser considerada como pradera sin que tenga que formarse una parcela aparte.
El impuesto sobre bienes inmuebles podría ser entonces posiblemente menor por la parte de pradera.
En el caso de contribuciones recurrentes (si es habitual en tu municipio), el método de cálculo en la municipalidad es decisivo; en este caso, una división podría representar a largo plazo una ventaja financiera.
Debes aclarar esto in situ en el municipio.
Los costos notariales y judiciales no cambiarán por ello, ya que el valor total no varía. El topógrafo colocará dos puntos limítrofes más.
Los costos exactos puedes solicitarlos directamente a él.