¿Qué quieres en realidad?
La cerda que pone huevos de chocolate y da leche y lana en rosa polvo de hadas quizás (?) - conseguir ayuda al menos todavía no estoy del todo decidido:
y luego también hay dudas sobre publicar eso tan fácilmente en público
El trato es: un cuestionario llenado casi por completo ofrece una gran oportunidad de muchas ideas. Aquí hay algunas personas creativas que hacen bricolaje, pero a menudo no son buenas lectoras de bolas de cristal.
Claro que sí. Hoy en día ya no se puede estar seguro de poder o querer vivir para siempre ahí.
Estás loco. De compradores de casas de treinta años suele escucharse que ya no les gustan las baldosas modernas de entonces, pero nunca: "pero tienen que bajar algo el precio, la casa solo dura ciento veinte años".
No lo creo.
¿Qué pasa si algún día quieres o tienes que vender la casa?
Y hay suficiente en el mercado. ¿Entonces no decide ya la calidad?
Aquí también hay discusiones al respecto, por ejemplo sobre que sería mejor abandonar la cocina que está en la sala de estar, porque esa moda podría terminar en diez años. O una ventilación controlada de espacios habitables: yo y una pequeña fracción dicen que la moda pronto se revertirá; una fracción mayor dice que sin ventilación controlada será como hoy sin calefacción por suelo radiante; y la mayoría dice que ambas fracciones exageran demasiado. Lo mismo ocurre con el aislamiento térmico exterior - pero por otro lado ya puedes ver cierto alivio: hubo también discusiones sobre “potencialmente invendible, casas con problemas de pájaros y algas nadie quiere”, y hoy ya algunas de estas casas están en segunda mano sin que eso haya tenido que ser a precio de ganga. Sólo hay una certeza: quien espera garantías absolutas,
nunca construye.
¿Por qué pero cuestan lo mismo?
Eso se llama economía de mercado, que los precios no se explican sólo por los costos de materiales y mano de obra: si dos productos se dirigen al mismo público objetivo (es decir, gente con el mismo poder adquisitivo), entonces los proveedores quieren sacar la misma cantidad de dinero de sus bolsillos. Este mecanismo funciona seguro para igualar precios, y entonces en productos objetivamente equivalentes casi "solo" la mala publicidad de un producto puede hacer que la gente prefiera gastar su dinero en el otro producto. Los procesos económicos no serán comprendidos mientras la gente parta del error de que los participantes del mercado actúan principalmente de forma racional.