Aquí fue totalmente diferente. Cuando dijimos que queríamos una tradicional fiesta del techo y preguntamos si el jefe estaba de acuerdo y cómo lo veía, sus ojos se iluminaron. Por fin alguien volvía a hacer una fiesta del techo. Luego siguieron las quejas sobre promotores que los tratan como lacayos, donde nunca hay una caja de agua con gas ni siquiera un pastel, etc. Y mucho menos una fiesta del techo, y que yo debería hablar de eso con el jefe. Y el jefe me dijo entonces entusiasmado la fecha, y que ellos ya tendrían hora libre una hora antes y que él pagaría la corona del techo, el resto lo debería aclarar con el carpintero. Entonces llegó el momento. Hacía frío y mucho viento y el día de la fiesta del techo el sitio de construcción estaba muy bien cubierto con 10 hombres, y ellos montaron los conjuntos para la fiesta y colocaron las ventanas para que no entrara tanto aire y clavaron la lámina en el techo para que no lloviera dentro y hasta trajeron un calefactor de gas por el frío. Al mediodía llegó el servicio de entrega de Edeka con bastante cerveza y licor. Y hacia las 4 el brindis y todos aplaudieron, luego los sobres y de mi parte y de mi esposa también algunas palabras cálidas para todos, y luego llegó la comida, sopa de gulash. Y la fiesta tomó fuerza, bailamos al ritmo de la radio de obra Makita con heavy rock y fue una fiesta memorable. Karsten