Ahora nos hemos decidido por un lápiz personalizado para carpintero (es decir, con el nombre grabado) y además habrá un detalle pequeño, ya sea un billete de 10 o algo dulce. Ya veremos.
¡Gracias por pensar con nosotros! No me había dado cuenta de que esto obviamente es tan inusual.
Es una idea agradable, lo del lápiz para carpintero.
Sin embargo, creo menos que la alegría de ellos será mayor que la alegría de ustedes al regalarlo.
En ese sentido, yo también prescindiría de lo "dulce" y preferiría el billete de 10.
No me malinterpretes: me encantan esas pequeñas cosas, así como lo hecho en casa (cuando viene de una persona que conozco), siempre y cuando no llegue hecho migajas. Pero a menudo tiene un aire de calidad de bazar, y uno se pregunta en qué cocina fueron horneados.
Los regalos publicitarios también suelen ser cosas que solo se quedan tiradas antes de terminar en la basura.
Sobre el lápiz para carpintero: me imagino que si recibo algo personalizado para mi trabajo de campo, que es material de trabajo común... por ejemplo, siempre tengo esos lápices de Ikea: usados una vez - sucios, en algún lugar abajo de la bolsa o terminan en la basura... si alguien me graba mi nombre ahí, es como echar margaritas a los cerdos.
Si es un equipo de construcción, y la fiesta de inauguración no les da ya suficiente alegría, yo regalaría a cada uno un billete más (según la temporada) un chocolate de San Nicolás. Esto último puede servir para que sus hijos lo coman en caso necesario ;)