Ahora hemos hablado con un vecino que es ex constructor de carreteras. Él dijo que la pequeña plancha vibratoria era un juguete y que ya se había extrañado al verla.
La próxima semana llegará una máquina de 200 kg que debe nivelar el asunto. Se supone que las piedras que se hunden se sacarán de nuevo y se colocarán de nuevo, y luego todo comenzará de nuevo, hasta que quede bien. Esperemos lo mejor.