Renuncien a la inútil apartheid entre padres e hijos en el baño. Sin la estúpida pared se puede reservar una cámara para la lavadora, secadora y cubo de repuesto en el área total del baño y aún queda espacio para un bidé. Dann vale la pena un lavabo doble, si no, no: afeitarse/pintarse sincronizadamente lo hacen en el mejor de los casos los luna de miel, en el día a día uno pone su cepillado de dientes en el horario del otro para usar la ducha. En la práctica eso funciona perfectamente caótico y espontáneamente organizado, sin necesidad de Erlang o Kendall.