Responsabilidad por diversos defectos después de la aceptación de la propiedad

Biselar el dintel es una buena idea y prácticamente se puede hacer así con seguridad. La empresa no lo hará, ya que el ingeniero estructural se llevaría las manos a la cabeza si luego se tuviera que serrar un dintel.

Yo veo los defectos de esta manera: negociar un descuento adecuado será en interés de todos lo mejor. Luego, en los lugares lijados, ventilar uno mismo, poner topes y vivir con ello. (o llamar a un conocido que ayude, si uno mismo no tiene mucho interés en las cosas manuales).

Consejo estándar: invertir entre 300 y 500 euros y consultar con un abogado especializado en derecho de la construcción para aclarar qué se ha firmado (consejo especial para quienes leen: esto es aún mejor antes de firmar, pero también después, en mi opinión, es dinero muy bien invertido, se aprende mucho).

Entonces habréis entendido claramente el aspecto contractual.

Teníamos a un perito con nosotros, que elaboró una lista de defectos en el lugar [...] En cualquier caso, rechazamos la aceptación.

¡Eso está bien por ahora! El abogado os aconsejará qué podéis hacer con la lista de defectos. Luego decidiréis.

Se debe suponer que el promotor inmobiliario está asesorado por un abogado especializado en cualquier caso. En mi opinión, se ahorra tiempo y nervios si uno se pone al mismo nivel desde el principio. Si luego se responde con o sin membrete legal, eso se puede decidir más adelante.