¿Qué tiene que ver la estanqueidad de la superficie del techo con la pendiente? Ya sea con pendiente o sin ella, una impermeabilización siempre debe ser estanca. La pendiente sirve para que no se acumule agua sobre la superficie del techo y esto solo se logra a partir de una pendiente del 5%. No debe haber agua estancada en el techo. Es solo una indicación de que el agua estancada en superficies con una pendiente inferior al 5% no puede drenarse y puede provocar la formación de charcos.
En la planificación de una pendiente conforme a las normas, debe distinguirse si esta se realizará según las reglas para impermeabilizaciones (Directriz para cubiertas planas) del oficio alemán de techadores o según la norma de impermeabilización DIN 18531: Impermeabilización de techos así como de balcones, loggias y pasillos. Debido a las diferencias en las normativas, los planificadores deben definir o acordar de antemano bajo qué especificaciones se realizará el trabajo.
Sin embargo, debido a la deformación y/o las tolerancias admisibles en la planeidad de la base, el espesor de los materiales, por solapes y refuerzos, incluso en superficies con una inclinación de hasta un 5% (aprox. 3°) puede formarse charcos. Si el agua estancada puede dañar las capas siguientes (por ejemplo, revestimiento con baldosas en lechada), se debe asegurar un drenaje suficiente (es decir, planificar una pendiente superior al 5%).
En la norma de impermeabilización DIN 18531 se menciona respecto al punto inclinación/pendiente del techo:
"La impermeabilización, salvo en techos intensamente ajardinados con aguas retenidas, debe planificarse y ejecutarse de manera que el agua de lluvia no pueda permanecer en la capa impermeabilizante durante mucho tiempo. Para ello, se debe planificar una pendiente mínima del 2%".
"En superficies de techo con una inclinación de hasta aproximadamente un 5% (3°) puede formarse charcos debido a las tolerancias admisibles en la planeidad, a la deformación de la estructura portante, a pendientes inversas existentes y a irregularidades en los solapes de las láminas y refuerzos. Para lograr la ausencia de charcos, debe planificarse una pendiente superior al 5%."
Además, la DIN distingue entre dos clases de aplicación (ejecución estándar [K1] y ejecución de mayor calidad [K2]):
Clase de aplicación K1: La pendiente mínima es del 2%, con la posibilidad de desviarse de esta recomendación en casos justificados: "Los techos de la clase de aplicación K1 también pueden planificarse sin pendiente, si la selección de la impermeabilización cumple con los requisitos de la clase de aplicación K2."
Clase de aplicación K2: La pendiente mínima es del 2%, en las zonas de unión al menos del 1%. En techos transitables, por ejemplo, en láminas plásticas (espesor mínimo de 1,5 mm), debe ajustarse el tipo de capa de protección. Además, en techos K2 intensamente ajardinados con retención de agua hasta 100 mm, se permite una pendiente menor planificada, siempre que ello se considere en la selección de materiales y en el método de ejecución.