Tenemos en la puerta del sótano una simple gatera. Como el gato macho es bastante territorial aquí y además tenemos un perro, nunca ha entrado un gato extraño ni otro animal. Pero hermético es otra cosa. Nuestros gatos ya son viejos y no habrá más nuevos, por eso fue la solución más sencilla. La puerta del sótano también es vieja y se renovará después del fallecimiento de los gatos. La solución con los insertos en la ventana es, por supuesto, elegante, pero para mí sería demasiado cara, no lo suficientemente hermética en una construcción nueva y a menudo no es segura contra robos. Al parecer suele haber problemas con las aseguradoras en caso de robo. La solución más segura y sostenible sigue siendo la apertura manual...