Así que, con una bonita vista sobre el trigo ondulante y al fondo el azul del mar, me parece que la habitación arriba en el hastial del capitán como salón de caballeros está muy bien. Eso nos lo hemos ganado. Como recompensa por la lucha a través de la vida y las innumerables visitas a Ikea con la mujer. También me gusta mucho el gran cuarto de servicios, ahí se puede dejar un montón de cosas. Zapatos, armario para chaquetas, despensa para latas y botellas y cera para el coche. El tendedero tiene espacio, el fregadero para el aficionado a la pesca, donde r la platija la frota... Doble garaje, bueno, ahí tengo mis propias ideas, ahí pondría mi banco de trabajo y la máquina de fútbol de mesa para jugar al futbolín. El coche tiene que salir. Y pronto ni siquiera tendremos más, sino una app, donde pedimos un Applecar que nos lleve al centro deportivo, pagado con Paypal. Siri, llévame a jugar a Skat con Hans y Fredi, Helga por favor a la fiesta de lencería con María. Gracias. Karsten