Aquí ZVO. Simple. Cómprate un contador calibrado. Ve con él a la planta de tratamiento local, toca el timbre. El encargado de la planta de agua te abre, te invita a la sala de control, saca un papel, escribe el contador y tu dirección, te da una precinta y te dice adiós, y lo instalas tú mismo o lo conectas, ¿vale? Y todo el procedimiento dura cinco minutos y no cuesta nada extra, solo el contador. Ya es un castigo ser berlinés.