Entonces, el derribo lo hicimos nosotros mismos. Una empresa hizo la nueva instalación. También instalaron una calefacción por suelo radiante y una nueva caldera de condensación de gasóleo. No fue barato. Las nuevas tuberías sanitarias, creo, costaron cerca de 4000 €. Pero aún no hemos terminado del todo. La factura final aún está por llegar.