Si no quieres rociar veneno, hay un método suave que funciona bien:
- Consigue un pulverizador de presión y esencia de vinagre (muy barata en cualquier supermercado). 200 ml de esencia de vinagre en 5 litros de agua y luego rocía bien las malas hierbas en un día en que no se espere lluvia. El vinagre se descompone biológicamente muy rápido. Las malas hierbas se marchitarán en poco tiempo. Solo debes limpiar bien el pulverizador de presión después, porque el vinagre daña las juntas y la membrana.