sco0ter
02.11.2018 11:34:39
- #1
Hola,
la última molestia: el color de la lechada fue pedido incorrectamente por el alicatador. Nos habíamos encontrado en la obra, allí "entre la puerta y el marco", basándonos en muestras que sostuvimos directamente contra la baldosa, y determinamos el color de la lechada. Parecía que todo estaba claro.
Ahora la lechada es de otro color, lo cual no queda bien.
Por supuesto, no hay nada por escrito, pero uno pensaría que eso no sería necesario (al menos eso se debería pensar).
El alicatador dijo que hay color para la lechada que él podría pintar encima.
¿Es eso aceptable? Temo que con un cortador de juntas se rompan las baldosas o que quede aún más feo antes.
Ha ocurrido muchas veces que las cosas se acuerdan verbalmente, a veces dos veces, y luego se ejecutan de forma diferente. Uno pensaría que eso sería suficiente.
Pero en realidad hay que estar en la obra todos los días y controlar el trabajo, preferiblemente antes de que se haga cualquier cosa.
la última molestia: el color de la lechada fue pedido incorrectamente por el alicatador. Nos habíamos encontrado en la obra, allí "entre la puerta y el marco", basándonos en muestras que sostuvimos directamente contra la baldosa, y determinamos el color de la lechada. Parecía que todo estaba claro.
Ahora la lechada es de otro color, lo cual no queda bien.
Por supuesto, no hay nada por escrito, pero uno pensaría que eso no sería necesario (al menos eso se debería pensar).
El alicatador dijo que hay color para la lechada que él podría pintar encima.
¿Es eso aceptable? Temo que con un cortador de juntas se rompan las baldosas o que quede aún más feo antes.
Ha ocurrido muchas veces que las cosas se acuerdan verbalmente, a veces dos veces, y luego se ejecutan de forma diferente. Uno pensaría que eso sería suficiente.
Pero en realidad hay que estar en la obra todos los días y controlar el trabajo, preferiblemente antes de que se haga cualquier cosa.