Las tablas macizas se reconocen por su longitud, 2 m o más largas. En contraste, las placas de laminado tienen dimensiones que suelen ser 20 cm de ancho y longitudes de 140-150 cm.
El parquet macizo se puede reconocer por las juntas; en la superficie hay un patrón uniforme de juntas, pero al observar detenidamente, las juntas individuales son diferentes. Cada "pieza de parquet" consta solo de una "tabla" con juntas alrededor.
Además del laminado clásico (imitación de madera directamente sobre una placa base, por lo general placa de fibras de madera prensada), en los últimos años se han impuesto los revestimientos multicapa. Estos también pueden ser parquet multicapa, con una capa útil de madera maciza de 3-4 mm. Esta construcción multicapa (similar a la madera contrachapada, encolada en cruz) también puede servir como base para un laminado de mayor calidad o incluso corcho, por lo que ya no es tan fácil distinguirlos. La construcción multicapa tiene la ventaja de que se mantiene estable en forma, por lo que es perfectamente apta para su uso con calefacción por suelo radiante.
Desde mi punto de vista, el laminado no es la solución más resistente, ya que el agua puede penetrar a través de las juntas en las placas de fibras de madera, que entonces se hinchan parcialmente.
Personalmente, considero que el parquet multicapa es la solución menos susceptible a daños, ya que los arañazos no atraviesan la capa superior y además el parquet se puede lijar nuevamente.