Un buen contrato de ahorro para la construcción siempre encuentra algo. No tienen que ser cosas graves, algunas se pueden solucionar directamente en el lugar, otras se pueden hacer uno mismo. Algunas quizás son solo pequeñas mejoras, donde por ejemplo un espacio en el techo intermedio aún puede ser rellenado con un resto de lana de vidrio, etc., etc. Si no encuentra nada, no está mirando bien o está en la nómina del [GU], por ejemplo.