Se dice que es mejor regar intensamente pero con poca frecuencia, y que en algún momento la planta debe valerse por sí misma. Por eso, hasta ahora hemos regado regularmente y de forma intensiva todos los arbustos y árboles (en total, si cuento la seto de hayas de 20 m desde el otoño, seguramente ya más de cien plantas, algunas con raíces desnudas, otras en contenedor, otras en cepellón) durante el primer período después de la plantación. Y por lo demás, no. Así que debería ir bien también sin sistema de riego.