Girar el garaje de tal manera que no todo el espacio delantero tenga que ser "entrada"; optimizar el cuarto de servicios y al mismo tiempo ajustar la planta en general - aquí se puede "pulir" bien la casa si uno tiene paciencia y está abierto a críticas, que a veces vienen acompañadas de mucho canto sobre guardarropas y puertas de vestidor. Pero al final se reconocen todos los puntos neurálgicos.