Para una instalación de electrólisis de sal deberías contar con costos iniciales entre 1.000 y 3.500 EUR, dependiendo del tamaño de la piscina y del equipamiento (módulos adicionales) de la instalación. A esto se suman los costos continuos de la sal (25 kg aprox. EUR 10). Se vuelve caro cuando la célula de electrólisis está gastada. Según el fabricante, dependiendo del modelo, dura entre 5.000 y 7.500 horas de funcionamiento. Esta cuesta entonces entre 400 y 1.000 EUR. Si también tienes controles adicionales como pH y Redox, debes contar con que los sensores deben ser reemplazados cada 2 años (aprox. 150-200 EUR por sensor, siempre que sean originales del fabricante). Además tienes los costos de electricidad. Para una piscina de 45 m3 el equipo consume aprox. 150 vatios. Con 8 horas de funcionamiento del filtro, son 1,2 kWh. En 5 meses son 180 kWh o 61 EUR (suponiendo 34 céntimos por kWh). Los tiempos de funcionamiento de la bomba permanecen iguales, ya sea con cloración normal o con electrólisis de sal. Con otros productos químicos para piscina, como por ejemplo Ph-Minus, tampoco se puede ahorrar.
Las tabletas de cloro de 10 kg cuestan barato en internet EUR 55 (50 piezas de tabletas de 200 gramos). Con eso te alcanza para una piscina de 45 m3 aproximadamente 3 meses. Supongamos que por temporada gastas unos EUR 80 en tabletas de cloro. Para una piscina de este tamaño (45 m3) ya tienes costos iniciales para una instalación de sal bien dimensionada de al menos EUR 1.400. Por lo tanto, solo con los costos de adquisición de la instalación, podrías desinfectar durante 17,5 años usando tabletas. No se han calculado aún los costos continuos de la instalación de sal (ver arriba). Por lo tanto, una instalación de agua salada es definitivamente mucho más cara que las tabletas de cloro convencionales. Si en páginas de internet se presenta una instalación de agua salada como una alternativa económica, eso es un indicador de cuán seriamente se debe tomar esa página.
También es importante mencionar que las especificaciones de capacidad de los fabricantes están subestimadas. El contenido de cloro disminuye mucho en agua caliente (30 grados) y con la exposición solar. Si el fabricante indica por ejemplo hasta 60 m3, deberías elegir una instalación para 120 m3 o mejor aún para 200 m3. Así evitas una piscina verde en pleno verano - como me pasó a mí. Además, la célula no está libre de mantenimiento, aunque se considere “autolimpiante”. Debes controlar regularmente que no se forme sarro y, si es necesario, limpiar con ácido clorhídrico diluido.